Descripción
Estos electrodos tienen una superficie adhesiva que les permite fijarse a la piel, asegurando un contacto estable y cómodo durante su uso. Se emplean en una amplia variedad de aplicaciones médicas, terapéuticas y de diagnóstico.
Características principales de los electrodos adhesivos:
- Adhesivo integrado: La parte que se adhiere a la piel está cubierta por un gel conductor que asegura una conexión eficiente entre el electrodo y la superficie cutánea. Este gel no solo permite una mejor adherencia, sino que también facilita la conducción de la corriente eléctrica o la captación de señales.
- Superficie conductora: Los electrodos contienen una capa conductora, generalmente hecha de un material como carbono, plata o cloruro de plata, que es lo que transmite la corriente eléctrica a través de la piel hacia los músculos o nervios (en el caso de la estimulación), o recoge las señales eléctricas del cuerpo (en el caso de los exámenes de diagnóstico como el electrocardiograma o el electroencefalograma).
- Uso desechable o reutilizable: Dependiendo del tipo, algunos electrodos adhesivos son desechables después de un solo uso (como en los electrocardiogramas), mientras que otros, usados en terapias como la electroestimulación muscular, pueden ser reutilizables durante varias sesiones, aunque eventualmente se degradan y deben reemplazarse.
Beneficios de los electrodos adhesivos:
- Fácil aplicación: Son sencillos de colocar y quitar, lo que permite una aplicación rápida y segura en el ámbito clínico o doméstico.
- No invasivos: No requieren penetrar la piel, lo que los hace cómodos y sin dolor para el paciente.
- Versatilidad: Pueden ser utilizados para diversos tratamientos y diagnósticos, desde el alivio del dolor hasta la evaluación del estado de salud.
- Precisión: Permiten una localización precisa para aplicar o registrar las señales eléctricas.