La radarterapia forma parte de la familia de las termoterapias y emplea ondas electromagnéticas de frecuencia parecida a las microondas, que producen en los tejidos tratados un calor que se transmite en profundidad, obteniendo un efecto analgésico.
La radarterapia, además del efecto térmico, provoca una elevada vasodilatación que permanece durante 20 minutos después del tratamiento e interesa exclusivamente los capilares y las arterías precapilares.
La radarterapia está indicada en caso de contracturas musculares, artrosis, dolores postraumáticos, tendinitis…